El secreto arte de combinar terruños
Publicado el: 16 de agosto, 2023
Si bien la estrategia de los productores de los países más jóvenes, del Nuevo Mundo, es promover los vinos varietales, hoy el terruño tiene peso propio. Lo interesante es que por estas latitudes la innovación es infinita y no existen legislaciones que restrinjan el cultivo de una determinada uva en un lugar específico.
Origen del terroir
Históricamente, la vitivinicultura europea, se ha regido por normas conocidas como denominaciones de origen, que regulan la producción en cada región. ¿Cuál es la finalidad de esta legislación? Proteger el origen y el patrimonio vitivinícola de las adulteraciones. Así, solo los vinos elaborados dentro de las fronteras establecidas por estas normas tienen derecho a mencionar origen.
Ejemplos hay de sobra. Rioja, Ribera del Duero, Jerez, Bordeaux, Borgoña, Chianti, Barolo, son solo algunas de las denominaciones más salientes del denominado Viejo Mundo.
Argentina, país del Nuevo Mundo vitivinícola (si bien tiene una enorme tradición en producción de vinos), se ha enfocado hasta el momento en brindar al consumidor el mejor producto al precio más justo. Es decir, el consumidor no paga por un origen o una denominación, siendo la clave principal la persona que paga y consume la botella según el tipo de uva o marca. Hoy, de todos modos, esto está cambiando de manera pronunciada en nuestro país, pues el terroir adquiere cada vez más importancia.
Si bien la estrategia de los productores de los países más jóvenes, del Nuevo Mundo, es promover los vinos varietales, hoy el terruño tiene peso propio. El pago, el origen empieza a adquirir tanta (o más importancia) que el cepaje. Lo interesante es que por estas latitudes la innovación es infinita y no existen legislaciones que restrinjan el cultivo de una determinada uva en un lugar específico.
Así, surgen los vinos de terroir. Productos que nacen con el sello de un paraje con características muy puntuales y que influyen definitivamente en la impronta del líquido. Es, sin duda, el ADN del vino, que, más allá de una cepa, atesorará un carácter único y especial.
Ya hemos recalcado en más de una oportunidad, que el vino “nace en el viñedo”. No es una frase. Créannos. Es real. El concepto de terroir es el eje de viticultura moderna. Hoy, los productores sorprenden en el mercado con vinos “de finca”. Etiquetas que nacen como consecuencia de la combinación del microclima, el suelo, los viñedos, el entorno y el trabajo del ser humano, en un sitio determinado. Ello, como hemos explicado, le otorga al vino un carácter único y una personalidad inigualable, que se percibirá en la copa a través de aromas, texturas y sabores.
La idea de terruño o terroir empezó a consolidarse hace una década, cuando en las etiquetas apareció la leyenda “Single Vineyard”, que quiere decir “Viñedo Único”. Cada exponente sobresalía por su impronta única, especial y singular, en una zona particular, con características que no se daban en otras fincas.
Tal fue el éxito de estos vinos, que los winemakers dieron una vuelta de rosca más: así como hay blend de cepajes, dieron rienda suelta al blend de terruños, con el objetivo de potenciar y complementar sitios específicos para complejizar los vinos. La finalidad es que un terroir le dé a otro lo que le falta. Así, se realzan y se amalgaman en pos de conseguir etiquetas novedosas e innovadoras
¿Qué caracteriza a un blend de terroirs?
Los diferentes terruños brindan frutos y vinos totalmente diferentes en relación a su identidad. Juntos, entonces, darán como resultado etiquetas más complejas. En el caso de los tintos, en general, los blend de terroir logran vinos con mayor estructura, una carga tánica más marcada, una acidez súper envolvente y un ancho de boca muy intenso. En los blancos, hay más volumen, complejidad aromática y gran frescura.
Así como los enólogos buscan en los Single Vineyards mencionados potenciar el carácter de un solo lugar, en los blends de terruños, las zonas harán un valioso y distintivo aporte, con el fin de deleitar a los wine lovers, a partir de los variopintos atributos.
Los recomendados de nuestra bodega
A modo de guía, un ABC imperdible de vinos elaborados a partir de blend de terruños, que llegaron al mercado y se convirtieron en tendencia.
Famiglia Chardonnay: Blanco complejo e intenso, que expresa de manera inigualable las virtudes de los viñedos que Bianchi posee en San Rafael y Valle de Uco. Sobresale en nariz por su amplio abanico de aromas, entre notas de frutas blancas, frutos tropicales, chocolate blance y toques ahumadas que aporta el roble. En boca es de amplio volumen, untuoso, de retrogustro frutado, lo que le da frescura en tándem con notas sutiles de crema moca y avellana. Atractivo y complejo.
Famiglia Malbec: Un ejemplar inolvidable, con colores violáceos profundos e intensos, típicos de la variedad emblema de la Argentina. En nariz, la fruta cobra protagonismo, destacándose la ciruela madura, la cereza y notas especiadas del Malbec de San Rafael, así como también dejos florales que remiten a las violetas. En boca, los taninos son maduros y delicados, regalándonos un gran balance y complejidad. Su final es largo y elegante.
Famiglia Cabernet Franc: Un exponente moderno, elegante y refinado, que amalgama a la perfección las bondades de San Rafael y Valle de Uco. En nariz es muy expresivo, de gran intensidad aromática, con notas florales y frutos rojos que se entremezclan con dejos minerales y se ensamblan con notas pimiento asado, pimentón dulces y especias como el orégano. De gran estructura y cuerpo, en boca los taninos son dulces; es carnoso, sofisticado, de acidez balanceada, y final persistente y armónico.
Famiglia Cabernet Sauvignon: Un fantástico blend de terruños, de compleja intensidad aromática, en el que se destacan las especias como el pimiento rojo y la pimienta negra, en sintonía con frutos rojos y notas minerales. Además, hay dejos de vainilla y chocolate, fruto de la crianza en roble francés. El balance fruta/madera es destacable. En boca, es sutil, delicado, con firme estructura, acidez envolvente y taninos presentes.
Así, la diversidad de suelos y climas, amalgamados al unísono con la mano de quien hace el vino, regalarán vinos únicos, excelsos y diseñados para destacar las infinitas bondades de nuestra tierra, donde nacen vinos tan sublimes como extraordinarios.
Esperamos que los disfruten, salud!
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