Vinos con tapa a rosca

Todo sobre este cierre tan práctico y eficiente.

A lo largo de la historia, el tiempo y el conocimiento han derribado muchos mitos. En el mundo del vino, uno que de a poco va cayendo en el olvido es la resistencia a la tapa a rosca por estar falsamente asociada a los vinos de baja calidad. 

Hoy, muchos vinos premium de diferentes países productores llegan al mercado con este tipo de cierre tan práctico como eficiente a la hora de guardar un vino.


Mitos sobre los vinos de tapa a rosca


Todos los mitos en torno a los vinos de tapa a rosca confluyen en un único mito fundacional: se asocia con una falsa idea de “vino de menor calidad” que aquellos que se cierran con un corcho de alcornoque. Sin embargo, no existe ninguna razón lógica para esta oposición, ya que la calidad del vino es independiente del cierre de su envase y sus atributos no se ven alterados en lo más mínimo por él.

Este método de cierre considerado como “alternativo” al tradicional del corcho tomó fuerza a partir de los años ‘90, cuando se tomó conciencia de que hasta un 5% de los corchos están contaminados con el compuesto 2,4,6-tricloroanisol, también llamado TCA, que genera el indeseado “sabor a corcho” en los tintos y blancos.

En algunos mercados históricos, muchos consumidores de vino vieron desde un principio a la tapa a rosca como sinónimo de cierre para vinos baratos y de mala calidad; una falsa concepción que generó una reticencia que de a poco empieza a diluirse.

Con el tiempo, la screw cap -como se la conoce en el mundo- ha demostrado ser sumamente efectiva para proteger la integridad y la calidad de vinos destinados al consumo inmediato, o incluso para tintos con ciclos medios de evolución en botella, especialmente en las variedades más sensibles a la oxidación.


¿Cuáles son los beneficios de un vino con tapa a rosca?


La tapa a rosca presenta muchos beneficios para los productores y consumidores de vino. Algunos de los principales son:

-Su innegable capacidad de mantener la frescura, la fruta y los aromas de los vinos, tal como cuando fueron embotellados, gracias a su cierre hermético.

-Por estar fabricada con materiales inertes, la tapa a rosca es inmune a problemas como hongos y elimina toda posibilidad de obtener un vino con “gusto a corcho”.

-Al no permitir que ingrese nada de oxígeno, evita que se mezclen otros aromas en la botella que contaminen los del vino.

-Reduce notoriamente la oxidación del vino una vez abierta la botella.

-Este sistema logra mayor homogeneidad entre vinos de la misma añada y variedad gracias a la fiel conservación de las características del vino

-Permite un envejecimiento controlado con mayor uniformidad en la evolución del vino entre botellas.

-Brinda más comodidad para el consumidor: es muy fácil de abrir en cualquier parte y sin necesidad de usar un descorchador.

-Las botellas pueden almacenarse en posición horizontal o vertical, ya que no es necesario mantener el tapón húmedo como sucede con los corchos de alcornoque.

-Es posible volver a tapar las botellas y aprovechar varias veces el mismo producto en perfectas condiciones.

-Es un sistema ideal para vinos jóvenes.


¿Cuánto tiempo se pueden conservar luego de abiertos?


Una vez abiertos, los vinos con tapa a rosca se pueden conservar en perfectas condiciones por hasta 4 días, cerrados y en la heladera.


Diferencias entre tapa a rosca y corcho


El secreto de la tapa rosca está en su revestimiento interior esponjoso con cubierta de hojalata envuelta en sarán (plástico impermeable). Esta cápsula se presiona sobre y alrededor del extremo superior del cuello de la botella; de esta forma, el sarán es la única parte que está en contacto con el vidrio o con el vino. Así, gracias a la barrera hermética que forma el sello interior de la tapa y la botella, se reduce al máximo el riesgo de oxidación.

El corcho, en cambio, permite una microxigenación que hace que el vino siga evolucionando una vez embotellado; por eso aún hoy sigue siendo el tapón elegido para los vinos más complejos y con largas crianzas en barricas de roble. 

Además, no hay que olvidarse de que el alcornoque (el árbol del que se extrae el corcho) es un bien escaso, lo que también obliga a muchos productores a optar por otras alternativas como el screw cap.

¿Qué tipos de vinos pueden embotellarse con tapa a rosca?


Ya hay muchos vinos de muy buena calidad provenientes de todo el mundo que se venden con tapa a rosca, pero aún en algunos mercados se percibe el rechazo a este tipo de cierre.

Los países líderes en su uso son Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica, y en los últimos años el crecimiento más importante ha venido de Europa exclusivamente para vinos jóvenes. En Australia, prácticamente todo el Riseling premium lleva tapa a rosca, al igual que más de un 70% de los vinos blancos.

En nuestro país la tapa a rosca comenzó a verse fundamentalmente en rosados y blancos en la última década, aunque más recientemente también se comenzó a implementar en vinos tintos jóvenes. 

En Bodegas Bianchi, incorporamos la tapa a rosca en nuestros vinos rosados (Famiglia Bianchi Rosé Blend y Finca Los Primos Rosé Blend), en los blancos jóvenes y sin paso por madera (Famiglia Bianchi White Blend, Famiglia Bianchi Viognier, Bianchi Varietales Chardonnay, Finca Los Primos Chardonnay, Don Valentín Lacrado Blanco y Torrontés), y en nuestros vinos dulces (Marló Blanco Dulce y New Age).