Vinos de Postre: ¿Qué son y Cómo Acompañarlos?
Publicado el: 06 de febrero, 2020
Los postres, dulces y confituras encuentran en los vinos sus mejores aliados para realzar los sabores del cierre perfecto de una cena o un almuerzo.
El mundo del vino es tan amplio y variado e incluye tantos cepajes y estilos de etiquetas que permite encontrar ejemplares adecuados para acompañar cada instancia de una comida.
Tal es así, que incluso los postres, dulces y confituras encuentran en los vinos sus mejores aliados para realzar los sabores del cierre perfecto de una cena o un almuerzo.
¿Qué es un vino de postre?
Los vinos de postre – conocidos en inglés como pudding wines – son vinos que armonizan inmejorablemente con la sobremesa de una comida y las preparaciones dulces. En nuestro país, los blancos de cosecha tardía y los tintos dulces son sin dudas los estilos que más se ajustan a esta categoría.
Sin embargo, por sus burbujas y su acidez marcada, los espumantes en sus distintos estilos también son muy elegidos para maridar con postres. Por lo tanto, siempre es necesario tener en cuenta el gusto personal y las características de cada preparación para elegir el ejemplar que mejor acompañe sus texturas y sabores.
¿Cuáles son los mejores vinos para acompañar postres?
Para la instancia de los postres, al igual que para el resto de los platos, hay tres tipos de maridajes o caminos que ofrecen experiencias sensoriales sumamente diferentes entre sí:
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Maridaje por afinidad: En esta clase de acuerdos la clave es identificar sabores y sensaciones similares entre la comida y la bebida para reforzarlos y amalgamarlos entre sí. Por ejemplo, un postre frutal de dulzura pronunciada combina por afinidad con un vino de cosecha tardía, y un espumante elaborado bajo el método Champenoise es el acompañante perfecto de un pan dulce con frutas secas.
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Maridaje por contraste: En esta experiencia gastronómica los sentidos se concentran en encontrar el encanto entre dos polos opuestos: lo dulce y lo salado, lo cremoso y lo ligero y lo ácido con lo graso. Este es el caso que se da entre los postres a base de crema o chocolate con los espumantes secos, sus burbujas y su acidez característica.
- Maridaje regional: Este acuerdo consiste en armonizar productos de un mismo terruño: vinos locales con cocina autóctona; como un Torrontés de cosecha tardía elaborado en Cafayate con un quesillo con miel de caña.
Características de un "vino de postre"
- Son dulces por contener un alto contenido de azúcar.
- Dependiendo del estilo y la elaboración, pueden ser de alta graduación alcohólica.
- Se beben al final de una comida, ya sea solos o acompañados de postres.
- Maridan muy bien con preparaciones dulces, sin embargo, en Europa también se los combina con determinados tipos de quesos, como los Emmenthal y Gruyere.
¿Qué postres se elaboran con vino?
Cada vez son más los chefs que se animan a incorporar al vino en sus recetas dulces. Sin embargo, en la Argentina el postre más tradicional elaborado con vino es peras al borgoña, un clásico al que se puede acompañar con crema batida o helado de americana.
Asimismo, cada vez es más usual ver en las cartas de restaurantes ligados a la cultura del vino mousse a base de ejemplares tintos y el turrón de vino típico de Chile, una especie de merengue italiano elaborado con Cabernet Sauvignon. Otra tendencia en alza en las provincias productoras es el helado de vino, principalmente de Malbec y Torrontés.
¿Siempre es un vino dulce el que acompaña un postre?
Si bien la categoría “vinos de postre” hace referencia a los vinos dulces, lo cierto es que el maridaje por afinidad entre vinos con alto contenido de azúcar residual y preparaciones dulces puede resultar empalagoso para ciertos paladares.
Por lo tanto, en nuestro país también es usual acompañar los postres con espumantes dulces o secos y blancos de gran expresión frutal como el Torrontés.
Nuestros maridajes recomendados
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Marló Blanco Dulce: Por sus notas florales típicas del Torrontés, el toque cítrico aportado por el Sauvignon Blanc, el ingreso dulce en boca y su acidez equilibrada y refrescante, este vino es perfecto para acompañar una tarta de duraznos con crema batida.
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Bianchi Extra Brut Rosé: Por sus aromas a grosellas, cerezas y ciruelas maduras, sumadas a su final equilibrado y armonioso, es perfecto para acompañar preparaciones a base de frutos rojos como mousse, tarteletas con crema pastelera o un cheesecake.
- New Age Blanco Dulce: Refrescante, vivaz, chispeante y dulce, este vino es perfecto para acompañar postres a base de chocolate amargo, como una marquise, o una tarta de frutillas con crema batida.
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