De las brasas a la copa: secretos para un asado inolvidable

“Asado y vino tinto”. Matrimonio infalible. Eterno. Van de la mano hasta el final de nuestros días. Es una histórica pasión nacional.

“Asado y vino tinto”. Matrimonio infalible. Eterno. Van de la mano hasta el final de nuestros días. Es una histórica pasión nacional. Como el dulce de leche, el tango y el fútbol. Forma parte del ADN argentino. Sin embargo, el universo que marida carnes y vinos es mucho más amplio.

El ritual de las brasas es muy variopinto. Se inicia con una picada y con las clásicas achuras. En todo asado siempre hay chorizo, morcilla, mollejas y chinchulines en lo que se conoce como “la previa” o antesala de los cortes de carne. Para los amantes del queso, es imprescindible una rica provoleta. 

Para las achuras, debido a su tenor graso y cremosidad, lo ideal sería acompañar con vinos blancos frescos, sutiles y de envolvente acidez. He aquí un gran maridaje contraposición. Este estilo de vinos ayuda a “barrer” la grasa del alimento y prepara el paladar para lo que viene. 

Impensado maridaje (seguramente muchos de ustedes hubieran elegido un vino tinto), para las achuras recomendamos Famiglia Bianchi Viognier, varietal que en el último decenio despertó la curiosidad de los wine lovers locales. 

Es un exponente muy fresco, con delicados aromas de flores blancas y frutas tropicales, amalgamados con toques minerales. En boca, presenta una acidez natural muy buen equilibrada, refrescante y de mediana complejidad. Su volumen medio, combinado con la frescura de la acidez, ofrecen un paso ágil en el paladar, siendo partener perfecto para acompañar las achuras.

¿Plan B? Siempre lo hay. Para los fans de las mollejas, es un must nuestro espumoso Famiglia Brut Nature. Equilibrado, complejo y de estructura muy amable, su frescura, marcada por una acidez perfectamente balanceada, deja un final que invita a dar el puntapié inicial de un suculento asado. 

Para la provoleta, que puede ser elaborada a partir de diferentes tipos de quesos, nuestro Famiglia Bianchi Chardonnay es una elección súper atinada. El queso caliente, contundente en el paladar, se entenderá de maravillas con este vino de notable frescura, concentración y complejidad de aromas. En boca tiene una entrada amable, con muy buena acidez, refrescante, complejo, con un sutil dejo de vainilla que lo hace muy atractivo, estructurado y le otorga un final prolongado. 

La hora de la carne

Después de las entradas, los cortes de carne se hacen presente en la mesa. Aquí, las opciones se multiplican por doquier. De lomo a picaña, tira de asado, vacío, ojo de bife, entraña y bife de chorizo, hay mucho para elegir en las góndolas de las carnicerías.

¿Qué vino elegimos, entonces? Nos inclinaremos definitivamente por un tinto. Pero, cambiaremos de cepaje e intensidad, según el tenor graso de la carne. En este caso, los maridajes serán por concordancia o similitud. A medida que más intensa sea la carne, acompañaremos por un vino de mayor complejidad. 

Para los cortes más ligeros, nuestra primera propuesta es Famiglia Bianchi Malbec. Un vino con tipicidad varietal, frutado y con dejos florales. Dulce en boca, con taninos suaves y maduros, atesora un gran balance y complejidad. De final elegante y prolongado, va muy bien con clásicas propuestas como el lomo y una entraña “vuelta y vuelta”.

Si el acompañamiento (influye también en la elección de los vinos) tiene vegetales grillados, nuestra propuesta es Famiglia Bianchi Cabernet Sauvignon o Famiglia Bianchi Cabernet Franc.

Ambos son etiquetas que sobresalen por su compleja intensidad aromática, en la que se destacan en nariz las especias, como pimiento rojo y pimienta negra, acompañadas por dejos de frutos rojos y dejos minerales.

En boca, son productos armoniosos y equilibrados, con una firme estructura, buena acidez, y taninos elegantes y jugosos. Amplio medio de boca y larga persistencia.

Para las carnes asadas más contundentes como costillar, cordero o lechón, pensaremos en vinos con mayor estructura y sofisticación. 

Aquí, definitivamente, nuestra recomendación es Gran Famiglia Bianchi Corte. Elegante blend de Malbec, Cabernet Sauvignon, Merlot y Cabernet Franc. En nariz presenta un fuerte carácter frutado entremezclado con especias, notas herbales y frutos rojos, muy bien amalgamados con las notas de vainilla aportadas por su crianza en roble francés. 

Por un lado, el Malbec aporta notas a ciruela y a violetas. Por el otro, el Cabernet Sauvignon se destaca por el pimiento rojo maduro que se funde con las especias y el membrillo cedidos por el Merlot. Por último, el Cabernet Franc aporta grosellas maduras, especias tales como el pimiento rojo y pimienta negra que se funden junto con notas minerales típicas de la región.

Es un vino complejo, de gran cuerpo y estructura, con un centro de boca exquisito, taninos presentes que reflejan el terroir y que seguirán madurando a lo largo del tiempo augurando una gran evolución. 

El arte de combinar un buen asado con el vino perfecto es un placer que no tiene comparación. Cada detalle, desde las entradas hasta los cortes principales, encuentra su mejor compañero en las etiquetas que destacan por su frescura, elegancia y complejidad. En Bodegas Bianchi celebramos este maridaje único, invitándote a explorar nuevas combinaciones que eleven tus reuniones alrededor de la parrilla a experiencias memorables. ¡Salud!