Decanter: ¿Por qué y Cómo Decantar un Vino?

Por su forma elegante y distinguida, el decanter o decantador es uno de los objetos preferidos de todos los amantes del vino.

Decantar un Vino

Por su forma elegante y distinguida, el decanter o decantador es uno de los objetos preferidos de todos los amantes del vino y la buena mesa; sin embargo, no todos saben para qué sirve realmente.

Decantar un tinto o blanco es aprender a disfrutarlo más y a realizar un mejor servicio de la bebida. Pero ¿por qué decantar un vino?

Este recipiente tan distinguido tiene dos funciones muy importantes para apreciar mejor un ejemplar. La primera es oxigenar el vino y así despertar los aromas que a veces quedan “dormidos” por permanecer encerrados en la botella —lo que se llama “trasvasar”—, y la segunda es evitar que lleguen a la copa los sólidos que se forman en el fondo de la misma por el paso del tiempo. Esto último es lo que se denomina propiamente “decantar”, que quiere decir separar sólidos de líquidos.

¿Cómo decantar un vino?

Antes de usar un decantador siempre es conveniente verter una pequeña cantidad del vino a beber, mojar con este las paredes y luego retirarlo para evitar cualquier aroma previo que interfiera con el del vino.

Si bien en algunos casos es suficiente con trasvasar el líquido antes de servirlo, en otros se lo debe hacer con anticipación y dejar que repose unas horas en contacto con el aire dentro del decantador que, por su diseño, amplía el contacto del líquido con el oxígeno.

¿Qué tipos de vino conviene decantar?

El efecto de la decantación también varía según el tipo de vino que se vaya a beber, por eso es importante tener en cuenta los siguientes tips antes de decantar:

  • Cuando se trata de un vino estructurado y carnoso, que recién salió a la venta, se recomienda decantarlo. Luego de un rato, aparecen aromas que permanecían ocultos hasta el momento.
  • Los tintos de guarda que se descorchan jóvenes también pueden ser trasvasados, ya que la mayoría de las veces se perciben un poco “pobres” en boca y nariz, y están dominados por el carácter de la madera. A través de este proceso se avivan los aromas frutales y el carácter del terruño, mientras que los taninos se suavizan al entrar en contacto con el aire.

Particular Malbec

  • Los vinos que tuvieron una larga estiba muchas veces tienen sólidos y sedimentos que pueden enturbiarlo; por eso, es aconsejable decantarlos con sumo cuidado para dejar esos posos en la botella.
  • Los vinos evolucionados, con larga estiba en botella, son los ejemplares que menos aireado necesitan ya que se oxigenan en el momento de descorcharlos (a través del pico de la botella, apenas unos minutos antes de ser bebidos).
  • Una de las polémicas en torno a este tema surge alrededor de decantar un vino blanco; sin embargo, los blancos de alta gama con capacidad de guarda suelen tener sus sabores y aromas apagados cuando se los prueba por primera vez. Por eso, al igual que sucede con los tintos, la decantación puede ayudar a abrirlos para que se expresen mejor. Por su parte, los blancos de mesa jóvenes no requieren ser decantados para disfrutarlos en su totalidad.

¿Qué beneficios tiene decantar un vino?

La decantación mejora la degustación tanto de vinos jóvenes, recién embotellados, como de aquellos que hace años están en botella.

Más allá de separar los sólidos y de abrir los aromas, a los vinos de guarda generalmente se los hace pasar por un decantador para airearlos u oxigenarlos.

¿Cómo se oxigena un vino tinto?

Cuando han estado largo tiempo en botella, los vinos tintos suelen esconder sus aromas que se van liberando paulatinamente al contacto con el aire.

El aire ayuda a que los vinos se expresen mejor; por eso, para sentir mejor los aromas, se agita la copa antes de olerlos.

¿En qué momento hay que hacer la decantación de un vino?

Para los tintos estructurados, complejos y con cuerpo se recomienda decantarlos alrededor de 1 o 2 horas antes de beberlos.
En caso de querer oxigenar un vino joven, bastará con decantarlo inmediatamente antes de beberlo.
Por su parte, la mayoría de los vinos tintos añejos, dependiendo siempre del estilo en cuestión, se deberán decantar por lo menos 2 horas antes de su consumo.

Las claves para decantar

  • Vinos tintos guardados por más de 10 años: Decantar entre dos y tres horas antes de beber para separar los líquidos de los sedimentos.
  • Vinos tintos guardados entre 4 y 10 años: Trasvasar entre una y dos horas para que al entrar en contacto con el oxígeno se abran sus aromas y exprese su complejidad.
  • Vinos jóvenes, para tomar en el año: Aunque no es necesario, es posible trasvasarlos para apreciar mejor sus aromas.
  • Vinos blancos con crianza en barricas o potencial de guarda: Al tratarse de vinos aromáticos que estuvieron mucho tiempo guardados se pueden trasvasar para que expresen mejor sus aromas y sabores.
  • Vinos blancos jóvenes y ligeros: Basta con abrirlos un rato antes de consumirlos ya que no hay sólidos que decantar y fueron pensados para beber inmediatamente.