Maridaje entre vinos y chocolates

Más allá de ser dos productos exquisitos y asociados al buen comer, el vino y el chocolate han sido históricamente grandes compañeros.

Más allá de ser dos productos exquisitos y asociados al buen comer, el vino y el chocolate han sido históricamente grandes compañeros. Por la versatilidad que ambos alimentos ofrecen, un aspecto fundamental al momento de combinarlos es tener en cuenta ciertas características que distinguen a cada uno de ellos.

A continuación, conocé los mejores maridajes entre vinos y chocolates.


¿Cómo combinar el vino y el chocolate?


En primer lugar, debemos saber que -al igual que el vino- el cacao presenta aromas frutales o florales que pueden ser realzados u opacados por las notas de los tintos, blancos y espumantes. Por eso, al momento de combinarlos es fundamental optar por chocolates de alta calidad en los que resalten los descriptores típicos de su terruño de origen, tal como sucede con el vino. En este sentido, las mejores zonas de cultivo son aquellas aledañas a la línea del Ecuador en América, África y Asia, porque el árbol de cacao necesita para desarrollarse correctamente una temperatura media anual de 25°C acompañada de una humedad constante.


Tips para acompañar vino y chocolate


Ambos alimentos son muy versátiles, por lo tanto, lo más importante al momento de maridarlos es tener en cuenta ciertas características que definen el carácter de cada uno de ellos. Para lograr una combinación exitosa, existen dos tips muy simples y útiles:


  1. Dulzura y amargor: La dulzura del vino siempre debe ser igual o mayor que la del chocolate para no percibirlo muy amargo en boca.

  1. Intensidad y cuerpo: Cuanto más intenso sea el chocolate, más cuerpo debe tener el vino. 

Así, acompañar un Malbec de impronta dulce con un chocolate amargo de sabor intenso da como resultado un maridaje perfecto, mientras que intentar acompañar ese mismo chocolate con un blanco seco, aromático y de acidez punzante no resultaría en una experiencia muy agradable. 


Mejores maridajes entre vino y chocolate


La mejor forma de maridar vinos y chocolates comienza por probar los dos por separado para percibir todos los matices de cada producto y su expresión de sabores. Posteriormente, para combinarlos es recomendable cortar un trozo de chocolate y colocarlo en la lengua hasta que su textura se derrita levemente; una vez que esto suceda, beber un sorbo de vino. Así, ambos se amalgaman en la boca y podremos percibir cómo realzan mutuamente sus sabores.


Amargo o negro (de 70 a 100%)


Los chocolates amargos y semiamargos son grandes compañeros de los vinos más corpulentos, especiados y con notas tostadas en nariz y boca provenientes del añejamiento en roble. Si bien los Cabernet Sauvignon armonizan muy bien, también es una buena idea optar por un Merlot con crianza en madera -como Bianchi Particular Merlot- o un tinto fortificado tipo Oporto como Los Stradivarius Porto de Magoas Tinto Dulce. Cualquiera de estas opciones realza el equilibrio entre los sabores del vino y el chocolate en un maridaje inmejorable. 


Maridaje con chocolate con leche


Tanto para el chocolate con leche como para las tortas y postres a base del mismo, como la marquise o la mousse, lo más adecuado es optar por un Pinot Noir -como Finca Los Primos Pinot Noir- fresco, de cuerpo liviano y con predominancia de aromas a frutos rojos maduros.

Asimismo, para un chocolate o un postre con frutas también es buena idea experimentar con algún espumante dulce que aporte su acidez punzante y la textura de sus burbujas. 

Al igual que sucede con el chocolate amargo, una combinación más clásica para el chocolate con leche es un tinto dulce, que permite realzar el sabor de ambos productos en un maridaje por afinidad.


Con chocolate blanco


Al ser elaborado con manteca de cacao, el chocolate blanco suele ser más dulce y untuoso en boca que el negro. En este caso, los tintos fortificados o los Moscatos resaltan su cremosidad, mientras que el chocolate destaca el carácter frutal de estos vinos dulces. 

Para experimentar un maridaje más atrevido, también es posible optar por un Chardonnay untuoso y ancho, con crianza en roble, como María Carmen Chardonnay. Otra alternativa es probar con un tinto más potente, con taninos pronunciados y una mayor graduación alcohólica; en este caso, es interesante percibir cómo los taninos son suavizados por la dulzura intensa del chocolate blanco.

 

 

¿Cómo reconocer un chocolate de calidad?


Como sucede con el vino, el aceite de oliva y otros productos gourmet, una garantía de confianza a la hora de elegir un chocolate es el prestigio del terruño de donde proviene su materia prima (como Ecuador o México).

Además del origen, otra pauta para reconocer un chocolate de calidad es prestar especial atención a su composición. En primer lugar, hay que asegurarse que la manteca de cacao no sea reemplazada por grasas vegetales, ya que esto equivale a degradar sus aromas naturales. Por otro lado, un chocolate gourmet tampoco debe tener conservantes y, preferentemente, deben ser productos artesanales elaborados por un chocolatero.