Maridajes de vinos y quesos

El vino y el queso conforman uno de los acuerdos gastronómicos más famosos del mundo.

El vino y el queso conforman uno de los acuerdos gastronómicos más famosos del mundo. Sin embargo, por ser tantas las variedades que ambos productos ofrecen, el verdadero desafío está en saber qué estilo de vino acompaña mejor cada tipo de queso. 

Si bien en el mundo del maridaje todo se trata de subjetividades; es posible seguir algunos consejos y tips para probar las combinaciones más interesantes entre quesos y vinos. 


¿Qué tipo de vino se toma con quesos?


Al igual que sucede con los vinos, el universo de los quesos es tan amplio y variado que existe más de un queso perfecto para cada tipo de vino. Desde los espumantes hasta los tintos intensos y corpulentos, pasando por los blancos frescos o con crianza en roble, los rosados e incluso los dulces y fortificados, todos los vinos son adecuados para maridar con quesos. Como siempre, todo se trata de encontrar el acuerdo que realce -y no opaque- los sabores de la bebida y el alimento en cuestión. 


¿Cómo maridar vino y queso?


Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de maridar vinos y quesos es la versatilidad de ambos productos. 

Por el lado de los quesos, se pueden encontrar en el mundo una inmensa variedad de ejemplares, cada uno con sus características particulares de textura (blandos, duros, pastosos, granulados, cremosos), sabor (salados, dulzones, picantes, ahumados, agrios) y aromas (un amplio abanico que va desde los muy suaves a los súper penetrantes), sumadas al grado de madurez de cada producto que hace variar los niveles de intensidad de sus gustos y aromas. 

De igual forma, hay muchos estilos de vino diferentes: de distintos cepajes, jóvenes y evolucionados, con o sin crianza, con más o menos presencia de madera, estructurados o ligeros, ácidos o frutados, entre otros. 

Por eso, entre ambos alimentos hay incontables combinaciones posibles, y si bien lo más importante es siempre privilegiar el gusto propio, hay que tener en cuenta ciertos factores para potenciar el disfrute.

 

 

¿Qué vino tomar por tipo de queso?


  • Quesos de vaca: Aquellos que son maduros o estacionados maridan con vinos blancos estructurados o tintos con crianza en madera, como Famiglia Bianchi Corte Único. En cambio, los quesos de pasta blanda más frescos y cremosos requieren un blanco ligero y de buena acidez que limpie el paladar.

  • Quesos con moho en la corteza: Para los quesos de pasta blanda, pero con presencia de hongos y con algo de madurez, como suelen ser el Brie y el Camembert, lo ideal es elegir blancos con buen cuerpo o tintos delicados. En este caso, un Chardonnay con paso por madera o un Pinot Noir -como el de Finca Los Primos- son las mejores alternativas.

  • Quesos de cabra: Para los quesos de cabra muy frescos, con esa acidez sostenida que los distingue, lo mejor es optar por espumantes o blancos que puedan igualar esas sensaciones de frescura sin perder sus notas características, como Los Stradivarius Extra Brut Cabernet Sauvignon

  • Quesos de oveja: Se acompañan muy bien con vinos tintos ligeros de cuerpo medio. Cuanto más maduro sea el queso, también se necesitará un vino más intenso en aromas. Sin embargo, un queso de oveja con hierbas o especiado también combina muy bien con blancos criados en barricas de roble, como Famiglia Bianchi Chardonnay.

  • Quesos semiduros: Para estos quesos de sabores no muy pronunciados y texturas algo pastosas, como el Gouda o el Tybo, existen distintas alternativas: un rosado que ayude a limpiar el paladar, un tinto joven y vivaz (Mil Piedras Malbec, por ejemplo) o un blanco firme.

  • Quesos muy intensos: Esos quesos especiales, que con su intensidad invaden hasta el ambiente -como el Gruyere o el Emmental-, combinan muy bien con los grandes tintos argentinos a base de Malbec o de Cabernet Sauvignon que se distinguen por ser equilibrados, con presencia y elegancia. Así, un buen acompañante es Gran Famiglia Bianchi Malbec

  • ¿Cómo maridar el queso azul?


    El maridaje entre vinos y queso azul es un mundo aparte. Para esos quesos muy salados, picantes y pastosos (como suelen ser los azules), los vinos de cosecha tardía representan una elección muy adecuada porque generan un contraste de sabores muy interesante en la boca. 

    En este caso, se trata de un maridaje por contraste entre el sabor salado y picante del queso con la dulzura del vino. Asimismo, la acidez es determinante para “barrer” la sensación grasa que dejan estos productos lácteos en la boca.


    ¿En qué instancia de una comida es adecuado servir quesos y vinos?


    En materia de quesos y vinos, las reglas que determinan cuándo se deben consumir son muy flexibles. Los franceses sirven distintas variedades al finalizar la comida y explican que es el mejor cierre de un menú, ya que es la excusa perfecta para continuar bebiendo más vino. Los argentinos seguimos la tradición española: los comemos al principio, en tablas, como picada o tapeo. Los ingleses, en cambio, los sirven después del postre, en general acompañados de un vino fortificado como Los Stradivarius Porto de Magoas.