¿Cómo elegir un vino según la personalidad de mamá?

Hay infinitas y célebres frases que rinden homenaje a la persona que nos trajo al mundo: “Madre hay una sola”...“Una madre es lo más grande que hay”…muchas de ellas trascienden fronteras, idiomas y culturas, son eternas, muy sentidas, plenas de gratitud.

El amor hacia una mamá es único, incomparable. Es de una pureza, que vibra a flor de piel.

 

Por ello, en las vísperas de un nuevo Día de la Madre, queremos agasajarla con un regalo que llegue al alma, al corazón.

 

Por supuesto, la tarea no es fácil. Las opciones son variopintas y la decisión toma su tiempo. Elegir el presente para la persona más especial de nuestras vidas es una ardua tarea. ¡Vaya si lo es!

 

Sin embargo, en los últimos tiempos, a tono con la onda sibarita, las botellas de vino se han convertido en ese objeto de deseo fetiche, que nos asegura quedar de maravillas en cualquier circunstancia.  

 

La pregunta que surge, luego, es cuál es el vino perfecto según la personalidad de cada mamá. En este punto no podemos fallar. A partir de las características de la madre, seleccionaremos la etiqueta indicada, haciendo match con su personalidad.

 

Por supuesto, también debemos preparar o elegir un menú acorde al gran día. Una propuesta atinada, que maride a la perfección el descorche para celebrar como ella se merece.

 

En definitiva, ¿qué tipo de vino va con qué tipo de madre? ¿Cuál es el mejor vino para mamá? Veamos algunos ejemplos clásicos, devenidos en infalibles.

 

Madre con carácter. Vayamos por un vino intenso, con cuerpo, estructura y sofisticación. Una mamá con holgada personalidad, que toma decisiones con firmeza y prestancia, disfruta de un exponente enjundioso en el paladar.

 

Nuestra recomendación para que esta mamá vivencie su día con un buen brindis, es el Famiglia Bianchi Cabernet Franc. Un vino con notable intensidad aromática, sutiles notas especiadas, florales y de frutos rojos. De gran estructura y peso en boca, es definitivamente carnoso, persistente y armónico.

 

Madre soñadora. Para esta mamá romántica, fantasiosa, intuitivita y flexible, nada mejor que un rosado fresco, frutado, versátil y dinámico, que nos invite a disfrutar “el ahora”, sin complejidades ni dogmas.

 

Famigila Bianchi Rosé, con su color atractivo, seductor y que nos hace soñar con la región de la Provence, es el regalo indicado para esta madre que busca en una copa vivacidad, juventud, frescura, pero, también fineza y balance en alcohol y acidez.

  

Madre perfeccionista. Exigente, estructurada, detallista, busca la perfección. Es una mamá que agradecerá, sin duda, el elegante María Carmen Chardonnay, que con su carácter intenso y envolvente, rinde homenaje a una mujer excepcional.

 

Este vino de alta complejidad, untuoso, de pronunciada estructura y final prolongado, simboliza la máxima calidad que este noble varietal puede dar en estas latitudes. 

 

Madre aventurera. Exploradora, inquieta, buscadora de nuevas emociones, es una mamá todoterreno, que sale del molde clásico. Por ello, el Famiglia Bianchi Criolla será el regalo acertado. Una variedad exponente de la originalidad y riqueza de nuestro suelo, que invita a sorprendernos y dejarnos llevar por sus encantos.

 

Hoy, los paladares vinófilos curiosos van detrás de la Criolla y este vino es un fiel emblema. De estructura ligera y con taninos delicados, es definitivamente equilibrado con un final fresco que nos invita a seguir bebiendo por los buenos momentos.

 

En este Día de la Madre, al brindar con el vino que mejor se adapte a su personalidad, honramos a la mujer excepcional que nos dio la vida, celebrando los momentos especiales y brindando por su eterno amor. ¡Salud!